Cada uno de los siguientes atributos tiene una incidencia directa en la
utilidad y valor de la información:
Finalidad: para que la información no sea solamente datos o ruido debe
tener una finalidad en el momento de ser trasmitida. La finalidad de la
información está en relación con los objetivos para los cuales se produce:
evaluar, resolver problemas, tomar decisiones, planear, controlar, informar,
entre otros muchos.
Modo y formato: el ser humano comunica la información de modo
sensorial, es decir, mediante la vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato.
Generalmente, la información se transmite en forma oral o en documentos
escritos.
Redundancia e ineficiencia: el exceso de información trasmitida por una
unidad de datos tiene como objetivo la detección de errores en el proceso
de comunicación.
Frecuencia: temporalidad o periodo en que se emite la información.
Exactitud: es la aproximación a lo que verdaderamente es.
Validez: que represente lo que se quiere representar.
Costo: consumo de los recursos técnicos y humanos necesarios para
producir información. El costo es un factor limitante.
Actualidad: la información debe ser reciente y así evitar que se convierta
en obsoleta.
Densidad: hace referencia al volumen de información presente en un
informe o mensaje.