Cuando usted decide iniciar un proceso de formación profesional en el
modelo de Educación a Distancia, se enfrenta a la toma de decisiones en
cuanto al manejo del recurso más valioso: el tiempo. Así mismo, debe
decidir qué carrera desea estudiar, si Administración de Empresas,
Contaduría Pública, otra, o si desea iniciar un estudio simultáneo de ambas
disciplinas. Por otra parte, debe tener en cuenta que cada hora que se
dedique a estudiar, renuncia a tiempo de descanso o de trabajo adicional
para ganar dinero extra.
Si se observa la sociedad moderna, se verá que existe una disyuntiva
entre un medio ambiente no contaminado y un elevado nivel de ingreso.
Las leyes de defensa del medio ambiente obligan a las empresas a invertir
en la reducción de la contaminación, elevando entonces el costo de
producción. Al ser más altos estos costos se reduce el beneficio, se pagan
menores salarios y se cobran unos mayores precios por el producto que
ellas elaboran. Como se puede observar, aunque la legislación sobre la
contaminación tiene el objetivo ideal de conseguir un medio ambiente más
limpio y mejorar la salud, por el otro lado, disminuye los ingresos de las
empresas, de los trabajadores y de sus clientes.
Segundo principio: el costo de una cosa es aquello a lo
que se renuncia para conseguirla
Para tomar la decisión de estudiar, se evalúan los costos y los beneficios
de las dos o más carreras que llaman la atención. Sin embargo, en
muchos casos el costo de una acción y el beneficio no son tan evidentes
como pareciera a primera vista.
Lo primero que se evalúa para determinar los costos de la formación
profesional, es el valor del semestre, posteriormente, el costo de los libros,
el alojamiento y la manutención. Los beneficios son el enriquecimiento
intelectual y la ampliación de las oportunidades laborales durante toda la
vida.
Este costo y este beneficio carecen de toda la información necesaria, es
decir, no son completos, pues no se tiene en cuenta que si usted decide
estudiar dos carreras simultáneamente, en la otra carrera también se
tendrá que cancelar el valor de un semestre, libros, fotocopias etc.
Existen algunos beneficios como tener un seguro estudiantil, pero también
se están dejando de generar unos ingresos por disminución en el tiempo de trabajo. Este costo de oportunidad es el verdadero valor de
adquirir lo que se desea.
Tercer principio: las personas piensan en términos
marginales
Cuando se toma la decisión de estudiar Administración de Empresas o
Contaduría Pública, se evalúan dos posibilidades en cuanto al ingreso:
seguir la vida sin este estudio y ganar el sueldo que recibe un empleado
no profesional, o estudiar una carrera.
La decisión fue estudiar. Con seguridad se evaluó el costo del estudio y el
ingreso adicional que se tendrá a medida que aumentan los conocimientos
en la carrera. Esta evaluación se conoce como medida en cambios
marginales.
Cuarto principio: los individuos responden a los incentivos
Cuando los individuos toman decisiones comparando los costos y los
beneficios, su conducta puede variar si éstos cambian. Es decir, los
individuos responden a los incentivos. Por ejemplo, cuando sube el precio
de una manzana deciden comer más peras y menos manzanas, porque el
costo de comprar una manzana es mayor. Al mismo tiempo, los agricultores
deciden contratar más trabajadores y cosechar más manzanas, puesto
que el beneficio de vender una manzana también es más alto.
Los cuatro primeros principios analizan la forma como los individuos
toman decisiones. Muchas de las decisiones que se toman en la vida no
afectan a una sola persona sino a muchas. Los tres siguientes principios
muestran cómo interactúan los individuos.
Quinto principio: el comercio puede mejorar el bienestar de
todo el mundo.
Cuando un miembro de su familia busca trabajo, compite con los
miembros de otros núcleos familiares que tienen el mismo objetivo. Las
familias también compiten entre sí cuando van de compras, puesto que
cada uno quiere comprar los mejores productos a los menores precios
aislándose del resto. Si se aislara necesitaría producir sus alimentos, su
ropa y construir su propia vivienda. Cada familia gana mucho más si
aprovecha la posibilidad de comerciar con otras, porque el comercio les
permite especializarse en las actividades que mejor realizan y a su vez,
adquirirán bienes que producen otras familias a un menor costo, pues
tienen su especialización en este proceso de producción, o sus mejores
ventajas comparativas.
Los países, así como las familias, se benefician de la posibilidad de
comerciar entre sí. El comercio permite a los países especializarse en lo
que mejor hacen y disfrutar de una variedad de bienes y servicios. Los
estadounidenses, los japoneses, y los venezolanos son los países que
más le compran a la economía colombiana.
Sexto principio: los mercados normalmente constituyen un
buen mecanismo para organizar la actividad económica
La actividad económica en general, se origina en decisiones de carácter
individual que interactúan en el mercado, en el cual los precios y el interés
personal determinan su posición. Es así como las empresas deciden a
quién van a contratar y qué van a producir. Los hogares deciden en qué
empresas van a trabajar y qué van a comprar con su ingreso.
El éxito de estos tipos de economías (economías de mercado), es
enigmático a primera vista. Podría parecer que las decisiones descentralizadas
de millones de hogares y empresas que se mueven por su interés
particular conducen al caos, sin embargo no es así. Las economías de
mercado han demostrado tener un éxito notable en la organización de la actividad económica de una forma que promueve el bienestar económico
general.
El economista Adam Smith en su libro “la Riqueza de las Naciones” hizo la
observación más famosa de toda la economía: “Los hogares y las
empresas interactúan en los mercados como si fueran guiados por una
<< mano invisible>> que los condujera a obtener unos resultados de
mercado deseable”.
En contraposición a las economías de mercado, existe el sistema de
economías planificadas centrales, en ellas los gobiernos dirigen la
actividad económica y por lo tanto deciden los bienes y servicios que se
producen, la cantidad a producir, así como los productores y consumidores.
Séptimo principio: el Estado puede mejorar, a veces, los
resultados del mercado
Como se vio en el principio anterior, existen algunas excepciones en las
cuales el Estado debe intervenir para fomentar la eficiencia y la equidad,
buscando aumentar el tamaño de la producción económica o cambiar la
forma en la cual ésta se reparte. Cuando un mercado no asigna por sí solo
los recursos eficientemente, esto se conoce con el nombre de fallo de
mercado.
Una causa posible de un fallo de mercado es una externalidad, es decir la
influencia de las acciones de una persona en el bienestar de otra. La
contaminación es el ejemplo clásico. Si una fábrica de productos químicos
no invierte en la eliminación de los gases que emite, probablemente
contaminará altamente el ambiente afectando el bienestar de la
comunidad. En este caso, el Estado debe intervenir legislando sobre el
medio ambiente para mejorar la calidad de vida de la comunidad.
Otra causa posible de un fallo del mercado es el poder de mercado de un
único productor o consumidor que, por su posición preferente, puede
manipular los precios y los volúmenes que produce o vende. Como no
está sujeto a la rigurosa competencia con que la mano invisible frena
normalmente el interés personal, es necesario que el Estado intervenga
como regulador de precios y cantidades que salen al mercado
Octavo principio: el nivel de vida de un país depende de su
capacidad para producir bienes y servicios
Las diferencias de los ingresos de los ciudadanos entre los distintos
países son asombrosas y, como es obvio, los indicadores de calidad de
vida de los ciudadanos de los países con ingresos mas altos también son
mejores, ellos tienen más televisores, más automóviles, una mejor
nutrición, una mejor asistencia médica y una mayor esperanza de vida que
los ciudadanos de países ingresos bajos.
¿A qué se deben estas grandes diferencias entre los niveles de vida de las
personas en los distintos países?. La respuesta es sorprendentemente
sencilla. Casi todas las diferencias entre los niveles de vida son atribuibles
a las diferencias existentes entre los niveles de productividad de los
países, que se definen como la cantidad de bienes y servicios producidos
en cada hora de trabajo. En los países en los cuales la producción es
mayor por trabajador y por unidad de tiempo, el nivel de vida es mayor que
en aquéllos en los cuales la producción por unidad de tiempo es inferior.
La relación entre la productividad y el nivel de vida también tiene profundas
implicaciones sobre la política económica. Para subir los niveles de vida
los responsables de la política económica tienen que elevar la
productividad, asegurándose que los trabajadores tengan un buen nivel
de estudio, posean las herramientas necesarias para producir bienes y
servicios y tengan acceso a la mejor tecnología existente.
Noveno principio: uno de los determinantes del crecimiento
en precios es el aumento del dinero en circulación
En Colombia, el periódico EL HERALDO en el año 1999 costaba $ 600; hoy,
su valor es de $ 2000 (en promedio). Si se reflexiona frente al tema, se
evidenciará que todos los demás precios de la economía subieron en
cuantía similar. Este fenómeno de crecimiento de precios se conoce con el
nombre de inflación.
En la mayoría de los casos este aumento en el nivel de precios se debe a
un acrecentamiento del volumen de los medios de pago, pues existe
mayor dinero disponible para comprar los bienes.
Décimo principio: la sociedad se enfrenta a una disyuntiva
a corto plazo entre la inflación y el desempleo
A toda persona que empieza a estudiar economía le surge la siguiente
pregunta: Si es tan fácil definir y conceptuar sobre las causas de la inflación, ¿por qué se tienen dificultades para liberar a la economía de
ella?.
Una de las razones para entender esta dificultad radica en que a menudo
se piensa que la reducción de la inflación provoca un aumento temporal
del desempleo. Esta disyuntiva entre inflación y desempleo se denomina
Curva de Phillips en honor al economista que examinó por primera vez
esta relación.
Actualmente la mayoría de economistas acepta la idea de la existencia de
una disyuntiva a corto plazo entre la inflación y el desempleo. La
explicación habitual es que esta disyuntiva ocurre porque algunos precios
se ajustan lentamente.
Para entender esta afirmación, suponga que el gobierno reduce la
cantidad de dinero en circulación, de acuerdo con el principio número
ocho se esperaría una reducción en el nivel de precios. Sin embargo,
como no todos los precios se ajustan inmediatamente (son rígidos a corto
plazo), se reduce la cantidad de bienes y servicios que venden las
empresas, lo cual, consecuentemente, trae una disminución en las ventas
y un mayor desempleo. Por lo tanto, la reducción de la cantidad de dinero
eleva el desempleo temporalmente, hasta que los precios se ajustan
totalmente en su respuesta de cambio.
La Curva de Phillips permite comprender muchos acontecimientos que
ocurren en la economía. En particular, los responsables de la política
económica pueden utilizar esta disyuntiva utilizando políticas tales como:
alterar el gasto del Estado o modificar el nivel de impuestos. Estos
instrumentos de política monetaria y fiscal pueden ser muy poderosos. El
modo en que se usan para controlar y estabilizar la economía y su
aplicación en caso que se requiera, es objeto de permanentes debates.